Antes de adoptar


Los animales, por muy adorables que parezcan, no son juguetes sino seres vivos, mamíferos como nosotros, sensibles al dolor y al sufrimiento. 

Los animales abandonados que recogemos en las protectoras son fruto de la irresponsabilidad y crueldad humanas que acepta la custodia de animales sin ser consciente de sus obligaciones como propietario.Para acabar con esta situación existe una primera y, a priori, obvia premisa: si no puedes cuidar de un animal, o asumir los gastos que conlleva, no lo tengas
Parece simple, pero las cifras de abandono indican que no lo debe ser tanto. Tener animales domésticos no es obligatorio. 

Antes de compartir la vida con un animal debes tener en cuenta algunos aspectos básicos:
  • ¿tienes tiempo para cuidarlo?(aseo, paseos, juegos, limpieza de arenas, visitas a la clínica veterinaria...)
  • ¿tienes sitio para él? (en casa, en el coche, en el lugar de vacaciones...)
  • ¿tienes dinero suficiente? (comida, arena, desparasitadores, vacunas, adiestramiento, imprevistos...)
 Y todo esto durante toda su vida (unos diez, quince años, e incluso más en el caso de los gatos)...

Una vez tomada la decisión, debes escoger al animal más adecuado a tus características y hábitos de vida (por ejemplo, un cachorro no puede pasar diez horas solo).
Y, por supuesto, no compres nunca, adopta. Habla con nosotros, te ayudaremos en la elección. Ten presente que
  • Los animales de las protectoras son exactamente iguales a los otros. No están necesariamente enfermos y, por regla general, los traumas se les curan con cariño y paciencia
  • Todos los animales pueden adaptarse a una nueva familia tengan la edad que tengan. Que sólo aprendan los cachorros es totalmente falso. Además, un cachorro requiere mucho trabajo para educarlo. Son adorables pero hacen sus necesidades en cualquier sitio, destrozan todo y requieren conocimientos para adiestrarlos. De un adulto ya sabemos su tamaño definitivo, son limpios y, como conocen lo que es el abandono, aprenden rápidamente pues su único objetivo es contentar a su familia
  • Y, por favor, no descartes animales viejos, enfermos o mutilados. Darles una vida feliz en sus últimos años es una experiencia que no se puede explicar con palabras